Mira si yo te querré - Luis Leante
1. Mira si yo te querré - Luis Leante
En
esta novela, merecedora del X Premio
Alfaguara de Novela 2007, Luis Leante logra sumergirnos en un ambiente de
senderos áridos por el que los personajes, muy bien logrados física y
psicológicamente, transitan la trama.
Es
Mira si yo te querré el tipo de
libros escritos para mí, por eso no lo dudo para encabezar esta lista TOP 7 de LIBROS INFLUYENTES DEL AÑO. El
autor nos envuelve con una técnica fresca y novedosa que me recuerda al
movimiento de un gato hidráulico; para ir avanzando hay que terminar un
capítulo, volver al inicio, y continuar… en esa actividad nos mantiene, entre
idas y venidas en el tiempo (evocaciones) hasta que llegamos al fin al final de
la novela. Y aunque la anécdota es simpática y común, la obra no pierde fuerza,
pues Leante es suficientemente astuto para ligarla al difícil tema histórico de
los saharauis y la sociedad catalana del siglo pasado.

P.D.:
Este libro llegó a mis manos a mediados del año, era una de los seleccionados
por mi buen amigo Álvaro Ríos para un ejercicio de lectura que nos propusimos
al inicio del 2017. Confieso que entre tanta volatilidad con las protestas, sin
lugar definitivo, pues las inmediaciones de mi casa se habían convertido en un
campo de guerra, no pude leerlo al momento; me costó muchísimo entrarle,
incluso llegué a pensar que no era bueno… Pero pasó todo, había disposición y
mayor tranquilidad, aunque aún me acompañaba aquella sensación de delirio que
sufría Montse, la protagonista de la novela, en las primeras páginas y pude
leerla. Tres días tardé en concluirla. Me gustó tanto que comencé a dejar
estados en mis redes sociales informando episodios y la cuenta regresiva de
páginas: “No sé si
Montse Cambra y Santiago San Román se volverán a encontrar, pero ya será mañana
que me entere [214/308]. Buenas noches, Dime si yo te querré.” (Estado de Facebook, 24-09-2017, cerca de
medianoche).
Me encantó tanto esta novela que apenas
pude tomarme un café con Álvaro, le pregunté si sabía en dónde podría comprarla
(es mi amigo un excelente librero, lector y cuentista) y me dijo que era muy
difícil, pero que otro amigo en común —también miembro del Grupo Literario
Quincena Leones—, el poeta Julio César Blanco Rossitto la tenía, aún con el
plástico en su estantería; “Yo se la regalé hace un tiempo, pero no la ha
leído”. En la noche le escribí al poeta Blanco Rossitto y me confirmó la
noticia, le pedí que me la vendiera y, como nos veríamos al día siguiente para
reunión oficial del Grupo Q.L., cerró chat con unas palabras parecidas a estas:
“Mañana hablamos bien. Buenas noches.”
Estuve con aquella expectativa durante
todo el transcurso de la mañana. Cuando llegamos a la reunión vi cómo se
aproximaba el poeta con el libro debajo del brazo, lo quería sentir entre mis
manos; quería, además, que formara parte de mi biblioteca personal lo antes
posible. Y me dijo esto, (parafraseo mal a Blanco Rossitto): “Te iba a regalar
la novela, pero tuve consulta con el médico, me tocó esperar un rato largo y
como sólo tenía Mira si yo te querré
en mis manos, la abrí y descubrí una bella dedicatoria de Álvaro. Así que no
puedo dártela. Lo siento.” Me conformé. Ya llegaría a mis manos, pensé.
Otro día fuimos, el poeta Reinaldo
Chaviel y yo, a casa de Álvaro Ríos; allá nos esperaba, junto a su amable y
bella esposa, Luz Marina León, con un almuerzo espectacular. Luego del café de
la tardecita, que digerimos con lecturas de cuentos de Ednodio Quintero (El tatuaje, por ejemplo), llamamos a
Blanco Rossitto, quien estaba en Ciudad Bolívar visitando a su familia. Siempre
que vuelve a su tierra, trae maravillosas historias, me dije. Y por el
parlante, en alta voz, nos habló sobre la novela de Leante; la estaba
disfrutando y hacía, por supuesto, las investigaciones acostumbradas pero
hurgando en las enciclopedias olvidadas de la casa de sus padres. Sus palabras
fueron un elogio muy profesional a Mira
si yo te querré, y aunque sentí rabia por no conseguir en Barquisimeto el
libro, estuve satisfecho, pues por mi insistencia había conseguido que se
sumara un excelente lector. Después de todo, no hay como compartir con otros
los libros; ellos vendrán a nosotros en el momento justo.
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