La casa verde - Mario Vargas Llosa
4. La casa verde - Mario Vargas Llosa
Vargas
Llosa es una constante para mí. Siempre lo acudo, como al maestro lejano. Entre
sus páginas he descubierto cosas maravillosas que, creo, me han hecho crecer.
No en vano lo seleccioné como el Escritor
Influyente del 2017.
Escoger la mejor obra de este autor es
difícil. La calidad abunda. Pero no me queda de otras que aceptar que La casa verde, es al menos por este año,
la que más me gusta y con la que me he conectado mejor. Una obra difícil y
profunda que seguramente le generó gran satisfacción a Mario Vargas Llosa, pues
a pesar de que es su segunda novela obtiene el Premio Rómulo Gallegos y le gana, al ya consagrado escritor
uruguayo, Juan Carlos Onetti con su novela Juntacadáveres.
Le escuché decir a alguien y no recuerdo a quién, por eso no puedo asegurarlo,
que Onetti comentó o le dijo a Vargas Llosa: “Tus putas gustaron más que las mías”.
Aquí el autor perfecciona sus técnicas
de los vasos comunicantes y los flashback
—comunes en el cine pero no en la literatura— que ya había usado antes en Los jefes (1959) y La ciudad y los perros (1962). También veremos por primera vez al
cabo Lituma, piurano entrañable que comenzará a tomar un papel importantísimo
en la futura obra del escritor peruano, destacándose en ¿Quién mató a Palomino Molero? y Lituma en Los Andes, ganadora del Premio Planeta 1993.
Vargas Llosa nos dibuja un Perú y una
Latinoamérica reales. A veces cruel, otras mágicamente. Esa prosa precisa es la
que hace, junto a las técnicas novedosas, de La casa verde una obra maestra que debería leer todo aspirante a
escritor.

P.D.:
Este libro, en una edición del Círculo de
Lectores, llegó a mis manos cuando estaba en tercer año de bachillerato. En
aquel entonces estaba como maravillado por las obras de García Márquez y quería
conocer a más escritores del Boom.
Intenté leerla varias veces y no pude. Este año, con varios títulos encima y con
una conciencia lectora un tanto más desarrollada que entonces, la abordo… y
puedo con ella.
Mi hermano menor, Daniel, quien me ha
visto rodeado de libros desde que nació, siempre me pregunta: «¿Cómo se llama ese libro?», cada vez que
tengo uno entre mis manos. Como el verde es nuestro color favorito y, también,
por la simpleza del título de la novela, se lo aprendió. Entonces lo
escuchábamos decir por todas partes: «La
casa verde, La casa verde…».



Otras veces tomaba el libro y se
sentaba como si estuviera leyéndolo durante algunos minutos. Subí a las redes
sociales la fotografía que vieron arriba de este párrafo y se ganó,
Danielito, un montón de Likes. Y un
excelente comentario de Álvaro Ríos: «Wow.
Recordé la película hombres de negro, sobre todo aquel pasaje cuando les hacen
la prueba de matar al malo cuando aparezca entre la oscuridad. Will Smith le
disparó a una niña. Lo que dijo al respecto fue que lo hizo porque la niña, que
tenía unos seis años, cargaba un libro de física cuántica. Algo totalmente
fuera de lugar. Según él. » (Álvaro Ríos, Facebook, 15 de agosto de 2017).
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