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Mostrando entradas de diciembre, 2017

Oh Borges - José Antonio Yepes Azparren

Oh Borges Por entre el tiempo enorme camina incontenible entre los barrotes del libro el tigre de Bengala y su fulgor El infinito y el oro relumbran en su piel por Dios labrada Entre las cuatro paredes su humillada furia inventa un laberinto: barrotes en sucesión infinita son su triste y sordo destino En la obligada mansedumbre ruge hermoso como todo lo vivo y lo que apena ¿metáfora de qué será en la ardua página el fulgor del tigre? José Antionio Yepes Azparren 

La casa - Ramón Palomares

La casa Eternamente advertidos: No permanecerías más, casa. No tendrías más tus horcones en tierra. No estarías como asentamiento de tierra. La casa estaba girando, girando, igual que viento; cargada por aves. Por las rojas gallinas, el gallo de cola extensa y azul, las perdices mínimas en la hierba, los cardenales de encanto. Toda removida la casa. Desprendiéndose de la tierra, subiendo, con alas, con vuelo. Y lentamente, igual que alzada por un bebedor. Su techo dando al muro del cielo, sus paredes para el límite de la luz. Igual que el rapto de una mujer arrancada de su asiento por un jinete celeste. Contra rayos hurgando hacia arriba; bella en su vuelo como si se asentara con lentitud. Halada por aves, huye. Sus piernas más nunca aquí. Asciende ligera, cruzando el sol, internándose como un cuchillo, como la piedra que rompe las telas al día. Extraños penetrarán su zaguán, pero si palpan sus piedras se volverán perros, si tocan su zócalo se tornará...

Poemas 5, 49 y 94 (Sé) - Luis Alberto Crespo

5 Pero no leas lo que he escrito es superficie tortuosa de motivos usados pausas que fueron vanidades pretensiones tachadas puntos suspensivos en lugar de una vida de provecho pude escribir algo mejor en verdad     lo lamento por ejemplo la seda de la palabra foulard un asunto con una copa en tu boca y su brasa sin llama para arder juntos no esto negro sobre blanco donde nada quiere vivir. (p.8) --- 49 Sobre los tejados yo alcanzaba la eternidad como las nubes tenía la cabeza en otra parte y me gustaba que ellas me olvidaran terminaba un largo viaje cuando cruzaba el patio pero ahora apenas abro la puerta la carretera pasa de un cuarto a otro se despide de la casa que en esta casa dejó de ser No sé dónde está pero piénsala le robaron el nombre y el lugar hoy es algo y algo es mucho de verdad es mucho es mucho. (p.52) --- 94 Donde estás es ético no es país nos asignaron derrumbes quebrantos nos obligaron...

Mudanzas - Zakarías Zafra

Mudanzas Si hemos llegado a un lugar sin nombre si la palabra que nombra se mudó primero si la ciudad se fue y se llevó el asentamiento ¿cuál será nuestra morada? El beso, la sangre, la asfixia, la roca, la perplejidad. Zakarías Zafra

Borges I - Freddy Castillo Castellanos

Borges I Cuando yo me paseaba por las Ramblas y era culto, sabio, insolente en herejías, no me fijaba en el otoño, otras lumbres marineras me importaban: Borges, página 19, Alianza Editorial, Montse de vez en cuando y la lluvia esa cortina de siglos empeñada en hablarme en catalán. Cuando doblaba la esquina (o la página) me lo encontraba siempre con asombro, puestos los ojos en la esfera, gemía, ya en Urquinaona o en el puerto. Argos, le gritaba, argos yo era el libro. Freddy Castillo Castellanos (tomado de la página 234 de la Antología de la Poesía Universal del Estado Lara de José Antonio Yepes Azparren).

Nombres - Rafael Cadenas

Nombres Te llamas hoja húmeda, noche de apartamento solo, vicisitud; campana, tersura y lascivia, ingenuidad, lisura de la piel, luna llena, crisis, oh mi cueva, mi anillo de saturno, mi loto de mil pétalos, Eufrates y Tigris, erizo de mar, guirnalda, Jano, vasija, tórtola, S. y trébol, ovípara, uva, vellocino y petrificación; podrías llamarte... pero tu nombre es lecho, lavamanos, dentífrico, café, primer cigarrillo, luego sol de taxi, acacia, también te llamas acacia y six      pi em -em- o half past six o seven, cerveza y      Shakespeare y vuelves a llamarte hoja húmeda, noche de        apartamento solo día tras día, sí, tienes tantos nombres y no te puedo llamar, todo tan absurdo como esas mañanas sin amor que el        espejo de los baños recoge y protege, todo tan desoladamente inabordable, todo tan causa perdida. Rafael Cadenas, de Falsas maniobras (y en...

La negritud de un lejano caballo

La negritud de un lejano caballo La negritud de un lejano caballo ha traspasado mi temblor nocturno he sostenido mi espinazo apenas con la soga de un corroído recuerdo el sueño se erige sobre mis ojos como un oráculo de muerte mi rostro huye le he tramado una terrible artimaña he tocado el hueso del grito y heme aquí lavando mis senos con el agua turbia de la boca de los lobos Arrastro mi desespero mi desconocimiento estoy en el umbral de una tentadora puerta me hallo ante el túmulo de luz salvaje me prometo habitar las carnes rotas me prometo el cuerpo me prometo abrir la cáscara andrógina             ser mujer-hombre             lamer y lacerar un solo vientre. Ser mi hija y mi madre             parir entre el moho reluciente cabezas y olvidarlas.             Olvidarme             Habitarme de forma absoluta y luego a...

Los árboles - Eugenio Montejo

Los árboles Hablan poco los árboles, se sabe. Pasan la vida entera meditando y moviendo sus ramas. Basta mirarlos en otoño cuando se juntan en los parques: sólo conversan los más viejos, los que reparten las nubes y los pájaros, pero su voz se pierde entre las hojas y muy poco nos llega, casi nada. Es difícil llenar un breve libro con pensamientos de árboles. Todo en ellos es vago, fragmentario. Hoy, por ejemplo, al escuchar el grito de un tordo negro, ya en camino a casa,  grito final de quien no aguarda otro verano, comprendí que en su voz hablaba un árbol, uno de tantos, pero no sé qué hacer con ese grito, no sé como anotarlo. Eugenio Montejo

Dialéctica de los viajes - Cristina Peri Rossi

Dialéctica de los viajes Para recordar tuve que partir. Para que la memoria rebosara como cántaro lleno -el cántaro de una diosa inaccesible- tuve que partir. Para pensar en tí tuve que partir. El mar se abrió como un telón como el útero materno como la placenta hinchada lentas esferas nocturnas brillaban en el cielo como signos de una escritura antigua perdida entre papiros y la memoria empezó a destilar la memoria escanció su licor su droga melancólica su fuego sus conchas nacaradas su espanto su temblor. Para recordar tuve que partir y soñar con el regreso -como Ulises- sin regresar jamás. Ítaca existe a condición de no recuperarla. Cristina Peri Rossi de Estado de Exilio (2001)

TOP 10 POEMAS MÁS INFLUYENTES DEL 2017

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La lista no está organizada por calidad sino por el nivel de influencia o conexión que tuvo conmigo. 1. Nombres - Rafael Cadenas 2. Los árboles - Eugenio Montejo 3. Oh Borges - José Antonio Yepes Azparren 4. No es más - Eliseo Diego 5. La casa - Ramón Palomares 6.   5, 49 y 94 (Sé) - Luis Alberto Crespo  7. Borges I - Freddy Castillo Castellanos 8. Mudanzas - Zakarías Zafra 9. La negritud de un lejano caballo - Diana Moncada 10. Dialéctica de los viajes - Cristina Peri Rossi

TOP 15 NARRACIONES BREVES MÁS INFLUYENTES DEL 2017

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Antes de dejar la lista, repito que la selección no está organizada en orden de calidad sino de conexión e influencias que tuvieron esos textos en mí. Son una simple lista de recomendaciones que, de alguna manera, ayuda un poco a que entiendan cómo transcurrió mi año y cuáles son mis aspiraciones literarias. 1. La ballena - Eduardo Mendoza 2. Tan desnuda como una piedra - Salvador Garmendia 3. Nueve noches con Violeta del Río - Leonardo Padura 4. El arco secreto - Gustavo Díaz Solís 5. Corrección - Juan Villoro 6. Tlön, Uqbar, Orbis Tertius - Jorge Luis Borges 7. Monólogo entre escritores - Julio César Blanco Rossitto 8. Cartas de mamá - Julio Cortázar 9. Una larga fila de hombres - Rodrigo Blanco Calderón 10. La dimisión de Santiesteban - Javier Marías 11. Matar un perro - Samanta Schweblin 12. Tragedia del hombre que amaba en los aeropuertos - Santiago Gamboa 13. El li...